domingo, 4 de diciembre de 2011

y solo sentir... sentir y dejarse llevar

                                                                          De pronto todo se paró.

La agarró del brazo, la giró sobre sus talones, la acercó con una leve presión, y cuando apenas la tenía a unos pocos centrímetros la abrazó fuertemente, dejando escapar por todos los poros de su cuerpo la sensación de miedo que le entraba solo de pensar que ella podía irse.... cerró los ojos y se dejó llevar por ese momento... por ese reloj que hacía tictac pero en el cual las manecillas se habian paralizado... por esa fragancia de su pelo... por sentirla asi, tan cerca de él una vez más, tembló de la felicidad, esperanza, miedo, deseo, comodidad que sentía en ese momento... sonrió para así... recordando que así fue su primer abrazo hace ya mas de sesenta años... y en ese momento más que nunca se dió cuenta de que no estaba preparado para decirla adios...

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